La XXXI Jornada Mundial de la Juventud,
que se celebra en Cracovia, Polonia, convoca a los jóvenes de todo el mundo para
reflexionar, orar y compartir inspirados en el lema “Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia” (Mt5,7). El
Santo Padre Francisco eligió la quinta de las ocho Bienaventuranzas, que dijo
Jesús en su Sermón a la orilla del Mar de Galilea, para subrayar la importancia
de las Bienaventuranzas que son el corazón de la enseñanza de Jesucristo. Jesús
nos deja ocho indicaciones de la actitud que nos acercan al Reino de los
Cielos.
Nos
unimos a tantos jóvenes que participarán en esta Jornada Mundial, al Papa
Francisco, a quienes trabajan en la organización de la misma, al pueblo polaco
que abre sus puertas y recibe en “su casa” a tanta gente de los más diversos lugares.
Pedimos a Dios que sea para todos una experiencia de fraternidad, de paz, profunda
alegría, y de renovada ilusión, en el seguimiento de Jesús según la vocación a
la que cada uno hemos sido llamados para:
“Seguir las huellas de Cristo nuestro bien
y hacer fácil a los otros el camino”