Creo, Señor, pero que crea con más firmeza.
Espero, Señor, pero que espere con más seguridad.
Amo, Señor, pero que ame con más ardor.
Padre, dame humildad, mansedumbre, castidad,
paciencia y caridad
(cf..Aut 655-656).
No es ningún fin terreno; es un fin más noble.
El fin que me propongo
es que Dios sea conocido, amado y servido de todos
(cf. Aut. 202).
San Antonio María, intercede por tus hijos e hijas,
para que seamos “práctica-mente nuevos”
misioneros del Evangelio.
misioneros del Evangelio.
¡FELIZ DÍA!
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