TESTIGO DE FE, MAESTRA DE AMOR Y ESPERANZA
Estas palabras suyas, en diferentes momentos de su vida, nos
enseñan que la fe, la caridad y la esperanza, no se improvisan, sino que hallan
su manantial en el encuentro con Jesús y en la donación al prójimo, expresado en
los pequeños gestos, hechos con profundo amor.
“¿No sabe que a Jesús
no le gustan los corazones pequeñitos (…) sino corazones grandes, muy grandes y
generosos, siempre dispuestos a hacer frente a cuanto venga (…) El alma,
siempre apoyada en la gracia de Dios, debe revestirse de fuerza y no dejarse
caer, pues si por las dificultades tuviéramos que amilanarnos, ¿dónde estaría
la virtud? ¿dónde el amor?” Amar es darse,
pág. 14-15
“Cristo dio su vida por amor y con amor nosotras también hemos
de estar dispuestas a darla”. Amar es
darse, pág. 22.
“Vosotros no sabéis lo que hacéis (dice a quienes estaban
por matarla), algún día os pesará; yo acepto con gozo lo que Dios permite
porque me vais a abrir el cielo; ¡desde el cielo rogaré por vosotros! Amar es darse, pág. 18.
Patrocinio, intercede por nosotras, tus hermanas Claretianas,
para que nos dejemos tocar por el Amor de Dios, y que al encontrarlo en la fe, nos
hagamos testigos de amor y esperanza.