Nos unimos a la
acción de gracias
de toda la
Iglesia
por la
santidad
de Juan XXIII y
Juan Pablo II.
“guías que se han dejado llevar
por el Espíritu Santo;
han sido guías guiados…”.
A su intercesión encomendamos
la Iglesia hoy, pidiendo que todos nuestros pasos, especialmente de los que orientan los caminos de la fe y del servicio,
sean animados por esta
Fuerza renovadora
que continúe haciendo posible nuestro ‘nacer de nuevo’.