En esta capilla de la
Virgen del Claustro (Catedral de Tarragona) todavía hoy resuenan las palabras del día de
la Asunción de la Virgen del 1851:
“...atravesar los mares
ir a cualquier parte del
mundo
sin hacer división entre
nosotras…
ofreciéndonos a padecer
cualquier trabajo
por amor a Jesucristo”.
Son nuestras raíces,
comienzos de una determinación compartida, de una comunidad misionera que nace
y se fortalece en la fidelidad al querer de Dios.
¡Feliz día a todas las hermanas y quienes comparten con nosotras
el camino misionero claretiano!
Renovando con alegría nuestro compromiso
de seguimiento de Jesús, oremos unas por otras; oremos por esta travesía de la
reestructuración congregacional.
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