Llamaste a mi puerta y te abrí, ¡Oh Jesús mío, qué contenta
estoy, porque no te hice esperar!
Sólo una cosa me interesa, amar a mi Jesús, salvar almas
para mi Jesús, hacer sonreír a mi Jesús, no ofender a mi Jesús, lo demás ¿Qué
más me da?
hermana, amiga, compañera
en nuestro caminar hacia el Padre,
siguiendo las huellas de Jesús,
al impulso del Espíritu.
Alcánzanos la gracia
de fijar los ojos en Jesús,y, transformadas por Él
llevar la "noticia" nueva
del amor, la ternura y la misericordia
a muchos.
Alcánzanos la gracia,
de amar a Jesús, tanto como nuestra alma desea.
Amén.
MUY FELIZ DÍA A CADA UNA, EN ESPECIAL,
A TODAS LAS
JUNIORAS DE LA CONGREGACIÓN
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