... le deseamos a María Soledad que su vida sea como el
cedro del Líbano, que permanece alabando a Dios, "plantado en la casa del
Señor" y ... fuera de ella…; como el olivo
que da frutos hasta en sus muchos años; como almendro, árbol que vigila y anticipa todas las florituras aun
cuando su fruto se hace esperar…
Dando gracias a Dios por su vida, oramos por ella, por sus
intenciones, por la Congregación en este camino de reorganización…
… y mientras le hacemos llegar nuestra felicitación, Soledad nos envía su saludo agradeciendo todos los recuerdos, manifestaciones de cariño
y la oración. En estos días continua la Visita en España Sur.
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