El 4 de julio, hace 95 años,
fueron aprobadas las Constituciones de nuestro Instituto.
Son luz y guía en el caminar
y una invitación constante a vivir el proyecto de Dios
esculpido en el corazón de los Fundadores
y en el de todos aquellos que hemos recibido ese mismo don.
Nos ofrecen el marco de referencia para
el camino cotidiano de fidelidad
y para discernir el paso y el querer de Dios.
el camino cotidiano de fidelidad
y para discernir el paso y el querer de Dios.
¡Haznos fieles, Señor...!
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