22 de setiembre. MARIA OLVIDO NOGUERA ALBELDA, MÁRTIR

La fiesta de la Mártir María del Olvido Noguera se celebra junto con todos los mártires valencianos, Beatos José Aparicio Sanz y doscientos treinta y dos Compañeros, cada año en el día 22 de setiembre.

María del Olvido, exalumna claretiana de nuestro colegio de Carcaixent, murió mártir en la guerra civil española, en 1936. El motivo fundamental de su muerte fue su fe en el Dios de la vida, en quien creyó, anunció y confesó con su propia vida.

Vivió su compromiso bautismal con pasión y entrega profundizando en el día a día su vocación laical, dejándose trasformar por el Espíritu y siendo un verdadero apóstol en medio su gente.

Trabajaba activamente en la misión parroquial, pertenecía a varias asociaciones laicales, fue catequista, enseñaba a leer y escribir a otras jóvenes, formaba parte de la Acción Católica y la Cofradía de la Virgen de Aguas Vivas.  

Antes de morir se declaró incondicional seguidora de Cristo, con un 

¡Viva Cristo Rey! 

proclamandolo como su Rey y Señor, amado sobre todas las cosas.

DESDE AREQUIPA. PERÚ

En Arequipa, Perú, días antes de la profesión perpetua, nos preparamos animando una semana vocacional, junto con las hermanas Judith Vicentín y María Gilma Gómez, del 19 al 27 de agosto. Visitamos varios colegios del entorno y de otros barrios, y los diferentes grupos de la parroquia del Inmaculado Corazón de María,  que acompañan nuestros hermanos claretianos, quienes amablemente nos recibieron en su casa.

También organizaron un encuentro de familia claretiana nuclear, fue una noche de fraternidad, donde nos sentimos unidos por el espíritu de Claret: filiación cordimariana, seglares claretianos, misioneras claretianas y misioneros claretianos, juntos, celebrando la vida y la vocación.

Cerramos la semana vocacional con mi tan esperada profesión perpetua. La Eucaristía fue celebrada por el P. Ricardo Urbano, cmf y concelebrada por los padres Anicio López cmf y Walter Maza cmf. La celebración fue muy sentida y profundamente vivida por todos los que estuvimos allí presentes, era la primera vez en la historia de la parroquia que se realizaba una celebración como esta. La familia claretiana en Arequipa estuvo unida en oración junto a mi familia y yo, viendo y sintiendo cómo el Señor hacía realidad su promesa conmigo.

Agradezco a Dios, a la Congregación que me ha recibido, a mis hermanos claretianos y a todas las personas que de uno u otro modo han sido el rostro de Cristo en mi camino y dejaron una huella de Dios en mi corazón. 

Dios sigue llamando y buscando corazones disponibles y generosos 

para continuar  su obra. 

Roguemos al dueño de la mies que envíe más obreros a su mies.

 Reyna Sandy Veliz Huaraccallo