En Arequipa, Perú, días antes de la profesión perpetua, nos preparamos animando una semana vocacional, junto con las hermanas Judith Vicentín y María Gilma Gómez, del 19 al 27 de
agosto. Visitamos varios colegios del entorno y de otros barrios, y los diferentes grupos de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, que
acompañan nuestros hermanos claretianos, quienes amablemente nos recibieron en su casa.
También organizaron un encuentro de familia claretiana nuclear, fue una noche de
fraternidad, donde nos sentimos unidos por el espíritu de Claret: filiación cordimariana, seglares claretianos, misioneras claretianas y
misioneros claretianos, juntos, celebrando la vida y la vocación.
Cerramos
la semana vocacional con mi tan esperada profesión perpetua. La
Eucaristía fue celebrada por el P. Ricardo Urbano, cmf y concelebrada por los padres
Anicio López cmf y Walter Maza cmf. La celebración fue muy sentida y
profundamente vivida por todos los que estuvimos allí presentes, era la primera
vez en la historia de la parroquia que se realizaba una celebración como esta. La
familia claretiana en Arequipa estuvo unida en oración junto a mi familia y yo, viendo
y sintiendo cómo el Señor hacía realidad su promesa conmigo.
Agradezco a Dios, a la Congregación que me ha recibido, a mis hermanos claretianos y a todas las personas que de uno
u otro modo han sido el rostro de Cristo en mi camino y dejaron una huella de Dios en mi corazón.
Dios sigue
llamando y buscando corazones disponibles y generosos
para continuar su obra.
Roguemos al dueño de la mies que envíe más obreros a su mies.
Reyna Sandy Veliz Huaraccallo
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