MI PRIMERA PROFESIÓN
NATHALY JOHANNA ARÉVALO TÉLLEZ
Es motivo de dar gracias a Dios y de alegría este paso que he dado, en compañía de mi mamá y mi abuela quienes son dos personas muy significativas en mi vida; mis hermanas con las cuales he convivido y de las cuales he aprendido a vivir este estilo de vida y con toda esta gente tan maravillosa del barrio en Medellín, donde esta la Casa de Formación; cada uno de ellos, cada una de ellas, desde su experiencia de vida compartida, fueron luz en la mía.


No me queda más que dar GRACIAS A DIOS, y que esta alegría que siento ahora no sea pasajera, sino que se alimente en el día a día y permanezca hasta el final.
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