FELICITACIÓN

María Antonia París, en la Cueva de Belén descubre toda la ternura de un Dios que se empequeñece hasta el extremo para hacerse cercano.

“…El amor ha arrancado del cielo al mismo Dios!
El amor de todo un Dios hecho hombre
nos ha enseñado su puntual observancia de la Ley Santa.
Desde la cueva de Belén con sus tiernos vagidos
nos lee la primera lección.
¡Oh, si en esta cueva maestra, estudiáramos,
cuán perfectos discípulos saldríamos!
En esta santa y felicísima cueva nos describe este Niño Dios…
este Dios anonadado… La guarda de su santísima Ley” PR 66.

Navidad es la alegría de saber que DIOS NOS AMA.
Aún siendo nosotros pecadores y estando lejos de Él, de sus caminos…
EL CAMINÓ HACIA NOSOTROS.

Se DESPOJÓ de su poder,
de su grandeza
y se hizo POBRE para ENRIQUECERNOS con su pobreza…

DESPOJÉMONOS también nosotros del egoísmo,
la ambición, el orgullo…
este es el ÚNICO CAMINO que nos acerca al portal,
donde Dios, hecho Niño, nos está esperando.

Lejos de las luces, adornos, alubión de publicidad, comercialización,
regalos, compromisos, gastos sin sentido y fiestas insustanciales…
EN MEDIO DEL SILENCIO

…EN MEDIO DE LA NOCHE,
en la noche de la historia, y en la noche de la vida
¡DIOS ESTÁ, AMÁNDONOS!
Asumiendo esta noche, dando luz y sentido a nuestro ser y vivir.

Apartemos tantas cosas que lo ocultan
y acojámosle en la noche para que sea nuestra luz.

¡Qué el Señor nos conceda buscarle donde está
para que podamos encontrarlo!

¡FELIZ NAVIDAD! Les deseamos con cariño,

Hermanas del Gobierno General