25 AÑOS DE ENTREGA Y FIDELIDAD AL SEÑOR
El 17 de enero
Vivian y yo cumplimos 25 años de nuestros primeros votos. En nuestro grupo
estaba también Catalina Dudamel, venezolana.
Nunca me imaginé
que fuera posible llegar hasta los 25. Los años iban pasando. Igual que pasaban momentos buenos y momentos
un poco agitados. Pasaron personas que siguen con nosotros y otras que han
continuado su senda por otros rumbos. Pasaron palabras de ánimo y entusiasmo y de
cuestionamientos y dudas. Pero, pasaron...
Y gracias a
Dios, logramos – logré – celebrar mis 25. Fue una gran emoción, una gran
alegría, una gran apertura al amor de Dios. Yo no sé, pero sentí que el Señor
me acogió con brazos extendidos y amorosos. Creo que el Señor estaba más contento
que yo por esta gran fiesta.
Solo me queda
dar gracias. Gracias a mis padres por inculcarme lo importante de ser fuerte
aun en los momentos difíciles. A mis
formadoras: Margarita, Florencia, Rosalba, Mercedes y demás, quienes me transmitieron
lo esencial de nuestro carisma: “una familia y un solo corazón”. A mi familia:
mis hermanos y hermanas quienes nunca dejaron de mostrarme su orgullo y apoyo. A mis hermanas
de Delegación: Lili, Teresa, Regina, Margarita, Ondina, Elisabet, Carmen,
Claudia y Vivian.
A todas ustedes
que de una manera u otra ofrecieron su apoyo con sus oraciones. Dios les pague. A todas las
personas del pueblo de Dios quienes han sabido ver lo bueno que Dios ha hecho
en mi y han querido asegurarse que lo supiera y lo viviera.
Que el Señor los
siga acompañando a todos y todas en su caminar. Vivian y Cata,
nos quedan los próximos. YOLY
HAGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA
Me uno a los
sentimientos de agradecimiento de Yoly por todas las personas que han pasado por
mi vida haciendo bien. Yo también manifiesto el gozo que sentí el
día de nuestro 25 aniversario. Fue un gran regalo poderlo compartir con mi mamá
que tanto me ha apoyado a lo largo de toda mi vida y a las hermanas de la
congregación, en particular las de nuestra Delegación de la Florida, quienes
han caminado conmigo gran parte de estos 25 años.
Al final del día, seguir al Señor merece la pena, a pesar de todo lo que la vida trae consigo. Él es quien da VIDA. Me ha llamado la atención que tantas personas, muchas, han comentado que nunca me habían visto tan feliz como ese día. Y la verdad que así lo sentía, muy bendecida por Dios, muy querida por él y por las comunidades donde he desarrollado el ministerio. Ver la respuesta del pueblo, que sinceramente se alegraba con nosotras fue algo que me dio mucha alegría y entusiasmo.
Gracias a todos…
a nuestro párroco P. Alfredo, a los sacerdotes y diáconos amigos, a nuestro
Obispo que con tanto entusiasmo participó en la misa, a los grupos de Reina de
la Paz y diferentes grupos diocesanos que se hicieron presentes, a la parroquia
de Sta. Juliana, donde actualmente trabajo, a todos, por su presencia, sus oraciones, sus manifestaciones de aprecio y apoyo. Y de
manera especial gracias a mis hermanas de comunidad, por todo el trabajo cariñoso
que hicieron para que esta celebración fuera tan hermosa para nosotras.
A todas las
hermanas de la Congregación, a aquellas que en ese día celebraban algún
aniversario, en especial, a Catalina Dudamel,
un fuerte abrazo en el día de nuestra Fundadora. Gracias por sus oraciones, notas y mensajes. El Señor que me
llamó hace 25 años, continua llamándome y haciendo en mí según su palabra. VIVIAN