El cierre del mes vocacional en la comunidad ha sido acompañado con un sencillo acto del comienzo del aspirantado de Iruthayamary, que se unió
al grupo que está desde algunos meses haciendo camino de discernimiento.
María estaba disponible para cumplir el plan
de Dios. Aunque su vocación a ser la Madre Dios no fue fácil, ni fácil fue decir "sí" al Señor sin saber qué va a pasar con ella en el
futuro. Nos da alegria que hoy también hay jóvenes que están
dispuestos a vivir este "salto" de fe para decir: "Aquí estoy Señor, he venido
a hacer tu voluntad."
Frigidia Stanislaus
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