En este día, 17 de enero, memoria de la Pascua de
María Antonia París, recordamos sus palabras:
“El principal fin es trabajar en guardar la divina ley y cumplir
los consejos evangélicos, y a imitación de los Apóstoles
trabajar hasta morir en enseñar a toda criatura la Ley santa del Señor” (cf.
Const. 3)
“La pobreza es la base y
fundamento de esta nueva orden y llave maestra para introducir en el interior del
hombre el cumplimiento de la Ley Santa del Señor…” (Cf. CC, n. 84 p. 407)
“Que no falte a las religiosas el
pan de la Divina Palabra“ (cf. CC n, 18 p 433)
“Hijas mías, amaos unas a otras como
hijas que sois del amor. Amad a vuestras hermanas, y no hallareis defectos en
ellas” (cf. CC n. 26 p. 458)
“Ninguna cosa hay difícil a los
humildes ni áspera para los mansos; por tanto haya humildad y mansedumbre en
las religiosas… (cf. CC n, 20 p. 414).
Señor danos tu gracia para seguir
tus huellas
inspiradas en este “testamento”
inspiradas en este “testamento”
que María Antonia vivió en la práctica,
enseñando y haciendo más fácil a otros el camino.
¡Felicidades,
Misioneras Claretianas, miembros de la
Familia Claretiana,
colaboradores y amigos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario