Aquél
27 de agosto de 1855…
Fecha
en la que María Antonia París celebró su profesión religiosa, en Santiago de
Cuba, y ella misma describe con estas palabras: “así hice mi tan suspirada
profesión (…), en manos de mi Prelado con indecible contento de todos, y más
gozo de mi alma (…)”
En
este momento de la profesión María Antonia tuvo una experiencia mística que
confirmó su carisma y vocación eclesial: “Al ponerme S.E.I. la corona sentí un
peso tan extraordinario en la cabeza (…) y me dijo nuestro Señor: Este es hija
mía el peso que carga sobre ti de la Reformación de mi Iglesia (…)”
…y el
3 de setiembre del mismo año, profesaron las nueve primeras compañeras de la M.
Fundadora, quedando así constituida la primera comunidad claretiana.
Y hoy como ayer, la Misión, es vivir y anunciar con gozo la Buena Noticia de Jesús buscando el Reino de Dios y su justicia y contribuir a la renovación de la Iglesia en fraternidad y pobreza evangélica.
¡FELIZ
MEMORIA DE LOS ORÍGENES!
¡FELICES
FIESTAS FUNDACIONALES DE LA CONGREGACIÓN!
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