El día 11 de noviembre, con la Comisión de Religiosos, fuimos a visitar a las
familias católicas en Basiyawatta, en el distrito de Negombo, familias en
situación de real pobreza.
Allí, a pesar de la falta de recursos materiales, encontramos, valores que
son encarnación del evangelio y ayudan al crecimiento en la fe y al
florecimiento de la familia: el sentido del compartir y de la solidaridad, gran
generosidad y altruismo, apertura a las reformas sociales y aptitud para acoger
la palabra de Dios con toda su fuerza liberadora. Cada actitud, cada gesto
cuenta a la hora del combate contra la pobreza extrema y la exclusión.
Como cristianos comprometidos con la humanidad de Cristo doliente, tenemos diversas formas de actuar, independientemente de nuestras capacidades y
disponibilidad. Este testimonio es sólo una expresión entre otras experiencias.
Evangelizar a las familias pobres exige entender la promoción humana como algo esencial. En este caso, al Celebrar el año de Santo Josevaz, en Sri Lanka, significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo.
Él es la Misericordia hecha
carne que hace visible para nosotros el gran amor de Dios..y a través de cada gesto solidario se extiende hacia los hermanos.
Resilda Edwin
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