DIERON SU VIDA POR CRISTO

SIGLO XX, EL SIGLO DE LOS MÁRTIRES…

El 13 de octubre de 2013 serán beatificados en Tarragona, España, 522 mártires que entregaron sus vidas por amor a Cristo. Todos ellos fueron “firmes y valientes testigos de la fe”.

En este gran grupo de hombres y mujeres que no dudaron en dar su vida por Jesús, se encuentran algunos, particularmente cercanos, a nuestra familia claretiana. Ellos son: los 23 mártires claretianos (Congregación de los Misioneros Claretianos) de  Sigüenza - Fernán Caballero y de Tarragona; el beato Roberto Montserrat Beliart (Sagrada Familia) hermano de Gertrudis Montserrat (de la Provincia Argentina, fallecida en Rivera Indarte, Córdoba en 2009) y Marcos Leyún Goñi, tío de nuestra hermana Socorro Leyún, de la comunidad de Vicálvaro, Madrid (Provincia de España Norte) .

Beato Roberto Montserrat

El beato Roberto Montserrat con su padre Víctor y sus hermanos José y Josefa, religiosa Claretiana,

y la tía Teresa Beliart,  en Reus.

Quienes la conocimos, recordamos a Gertrudis ocupada en elaborar el testimonio por escrito para la causa (y encontrar quién lo transcribiera en computer) y vivir varios años sostenida por la esperanza de participar en la beatificación de su querido hermano. También lo esperaba así de su padre y su hermano Victorino, muertos por la misma causa.

Roberto fue ordenado sacerdote de la Sagrada Familia, en Girona el 7 de marzo de 1936. Estaba destinado a la delegación argentina del Instituto. Era muy buen músico, serio y formal. Fue detenido junto al dueño de la pensión donde se escondía y asesinado el 13 de noviembre de 1936 “porque era sacerdote”.

Beato Marcos Leyún Goñi (H. Emiliano José)

 

Socorro nos cuenta… “es realmente muy emocionante tener un tío santo... aunque creo que también lo son los demás hermanos ...  Yo no puedo ir a la beatificación, porque mi salud no me lo permite, pero me gustaría, nos representará mi hermana que es concepcionista y vive allí cerca, de Pamplona van bastantes primos míos y familiares. Marcos tenía 4 hermanos varones, uno claretiano que murió hace unos años (P. Javier Leyún);  él era Hermano Marista, hizo su profesión perpetua el 17 de agosto de 1919 en Las  Avellanas. Entró de pequeño, su madre viuda muy joven era muy religiosa, ella misma le acompañó al seminario. Se llamaba Marcos Leyún Goñi, en el convento le cambiaron el nombre por Emiliano José. Destinado en Cataluña (Mataró) lo mataron por ser religioso como a tantos otros cuando tenía 39 años, el 11 de agosto de 1936".

Como FAMILIA CLARETIANA nos unimos en el gozo, en la acción de gracias y el compromiso que suscita en cada uno el testimonio de estas vidas,  ofrecidas como semillas de evangelio.  Celebrando su memoria y acogiéndose a su intercesión, la Iglesia desea ser sembradora de humanidad y reconciliación. Como modelos de fe, amor y perdón, ellos nos ayudarán a profesar con integridad y valor la fe en Cristo. Así sea.