Inicio del noviciado
El día 27 de agosto, fiesta de la fundación de la congregación, fue un día de grande alegría, por el nuevo paso en el camino vocacional de tres postulantes: Jodelle, Judith y Vivian, quienes empezaron el noviciado en Kimwenza (Provincia de África).
El
noviciado es un tiempo para “fundamentar”. La imagen de la construcción de una
casa puede ayudarnos. Cimientos, ladrillos, cemento... con el fin de procurar los fundamentos
que sostengan toda nuestra vida religiosa y hacer realidad el deseo de seguir a
Jesucristo, como lo hicieron los apóstoles y tantos testigos durante siglos, San
Antonio María Claret y la Venerable María Antonia París. Deseos
que se van concretando en el aprendizaje diario de la relación con Dios, la
experiencia de familia en comunidad y en la proyección apostólica, sirviendo a
los hermanos.
Damos
gracias a Dios por este regalo a nuestra familia claretiana, y pedimos por intercesión
de la Virgen María y de nuestros fundadores, vivan un profundo itinerario de crecimiento en la
respuesta vocacional.
Claudine