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| Virgen del Claustro, Tarragona Catedral |
Era la fiesta patronal de la Catedral de Tarragona pero en medio de los festejos y bullicio de la gente
había un grupo de jóvenes que llevaba en su corazón un sueño, una ilusión y ganas de entrar en algo nuevo. Habían compartido ya unos meses horas de trabajo, oración, conversaciones amigas...animadas por un mismo Espíritu, que las convocaba. Así iba cuajando la primera fraternidad, bajo la guía de María Antonia.
Para ellas este día era especial: por primera vez sus deseos se revestirán de compromiso en comunidad:
había un grupo de jóvenes que llevaba en su corazón un sueño, una ilusión y ganas de entrar en algo nuevo. Habían compartido ya unos meses horas de trabajo, oración, conversaciones amigas...animadas por un mismo Espíritu, que las convocaba. Así iba cuajando la primera fraternidad, bajo la guía de María Antonia.
Para ellas este día era especial: por primera vez sus deseos se revestirán de compromiso en comunidad:
"Comulgamos, ofreciéndonos a Dios
con voto de atravesar los mares e ir a cualquier parte del mundo sin hacer
división entre nosotras, ni apartarnos en ninguna cosa del parecer de nuestro
Superior. Así como lo prometimos
a la mañana lo cumplimos a la tarde en presencia de Caixal y después de haber hecho el voto y ofreciéndonos a padecer cualquier trabajo por
amor de Nuestro Señor Jesucristo..."
Por eso celebramos y recordamos hoy estos humildes pero vivos comienzos y ante la mirada sonriente de María del Claustro renovamos también nuestro sí vocacional, nuestra obediencia, nuestra comunión y disponibilidad de cruzar todos los mares que se presenten en nuestra travesía.
¡Feliz Día comunidad Congregacional!
¡Feliz día a cada una!
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