Luz
Presencia
2 de febrero,
día de la
vida consagrada, fiesta del encuentro. Jesús viene a nuestro encuentro y
nosotros vamos a su encuentro.
"Los consagrados y las consagradas están llamados ante todo a ser hombres y mujeres del encuentro. La vocación, de hecho, no toma las mociones de un proyecto nuestro pensado “con cálculo”, sino de una gracia del Señor que nos alcanza, a través de un encuentro que cambia la vida. Quien verdaderamente encuentra a Jesús no puede permanecer igual que antes. Él es la novedad que hace nuevas todas las cosas. Quien vive este encuentro se convierte en testimonio y hace posible el encuentro para los otros; y también se hace promotor de la cultura del encuentro, evitando la autoreferencialidad que nos hace encerrarnos en nosotros mismos.
En el Evangelio, Lc dice: Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir
de Él. José y María, custodian el estupor por este encuentro lleno de luz y de
esperanza para todos los pueblos. Así nosotros como personas consagradas, somos
custodios del estupor. Un estupor que pide ser renovado siempre;
De la fiesta de hoy
aprendemos a vivir la gratitud por el encuentro con Jesús y por el don de la
vocación a la vida consagrada. Agradecer, acción de gracias: Eucaristía (...)
Que el Señor Jesús
pueda, por la maternal intercesión de María, crecer en nosotros, y aumentar en
cada uno el deseo del encuentro, la
custodia del estupor y la alegría de la gratitud. Entonces otros serán atraídos
por su luz, y podrán encontrar la misericordia del Padre. (Papa Francisco)
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