No, su vida, su vida no se apagó...
cantamos hoy recondando a nuestra Mártir que nos anima con su sencillez, valentía y serenidad de entregar la Vida hasta el extremo.
Dios Omnipotente y misericordioso, que a la Beata María Patrocinio virgen, la hiciste eximia en el servicio a los hermananos y hermanas y en el martirio, concédenos por su intercesión, que siguiendo con perseverancia a Cristo en el camino de la Cruz, lleguemos a la gloria de la resurrección. Amén.
... y !Felicidades especiales a las Formadoras!
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