EXPERIENCIA MISIONERA EN ESCOBAL – BOYACA…
Desde el viernes 22 de abril 3 misioneras claretianas, y 3 claretianos emprendimos viaje hacia la ciudad de Cocuy Boyacá, con los ojos y el corazón ardiendo por llegar a compartir con las gentes sencillas y alegres de esta fría pero bella tierra. Viajar no ha sido fácil porque el invierno está muy fuerte y las vías están semi destruidas, pero eso no fue obstáculo. El día sábado llegamos a Cocuy, aún no sabíamos qué lugar nos asignaría el padre Alejandro, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario. Estaban pendientes las veredas de Mortiño, Escobal y Palchacual. El padre Alejandro, vio pertinente que Cristina, del grupo de misión compartida, Nelly y Tatiana jóvenes que querían tener una experiencia misionera, Juana y yo (María Gilma), viajáramos hasta Escobal, lugar situado al occidente del Cocuy-Boyacá. La topografía del suelo es quebrado, con una altitud de 4000 mts sobre el nivel del mar, y 5ºC de temperatura, un clima de páramo y caen muchas heladas.
Las gentes en su mayoría han emigrado a las ciudades por falta de recursos para subsistir y otros han sido desplazados por los grupos alzados en armas por lo tanto en este sector nos hemos encontrado más o menos con 17 familias. Allí fuimos acogidas por el señor Aureliano Carrero, quien junto con su esposa y sus 3 hijos fueron nuestros guías para recorrer los largos caminos entre frailejón, montaña y barro para acercarnos a las demás familias que distaban unas de otras muchos kilómetros. Hemos visto al Señor en cada una de estas personas, El vive Resucitado en cada una de ellas, hemos comido y compartido con El… ¡Bendito sea Dios por tanta bondad! María Gilma r.m.i.
Desde el viernes 22 de abril 3 misioneras claretianas, y 3 claretianos emprendimos viaje hacia la ciudad de Cocuy Boyacá, con los ojos y el corazón ardiendo por llegar a compartir con las gentes sencillas y alegres de esta fría pero bella tierra. Viajar no ha sido fácil porque el invierno está muy fuerte y las vías están semi destruidas, pero eso no fue obstáculo. El día sábado llegamos a Cocuy, aún no sabíamos qué lugar nos asignaría el padre Alejandro, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario. Estaban pendientes las veredas de Mortiño, Escobal y Palchacual. El padre Alejandro, vio pertinente que Cristina, del grupo de misión compartida, Nelly y Tatiana jóvenes que querían tener una experiencia misionera, Juana y yo (María Gilma), viajáramos hasta Escobal, lugar situado al occidente del Cocuy-Boyacá. La topografía del suelo es quebrado, con una altitud de 4000 mts sobre el nivel del mar, y 5ºC de temperatura, un clima de páramo y caen muchas heladas.
Las gentes en su mayoría han emigrado a las ciudades por falta de recursos para subsistir y otros han sido desplazados por los grupos alzados en armas por lo tanto en este sector nos hemos encontrado más o menos con 17 familias. Allí fuimos acogidas por el señor Aureliano Carrero, quien junto con su esposa y sus 3 hijos fueron nuestros guías para recorrer los largos caminos entre frailejón, montaña y barro para acercarnos a las demás familias que distaban unas de otras muchos kilómetros. Hemos visto al Señor en cada una de estas personas, El vive Resucitado en cada una de ellas, hemos comido y compartido con El… ¡Bendito sea Dios por tanta bondad! María Gilma r.m.i.
No hay comentarios:
Publicar un comentario