Gracias damos al Señor
porque como Provincia, pudimos
hacer los Ejercicios Espirituales en
Córdoba, Mendiolaza, en un ambiente que invitaba al silencio, a la
contemplación, por la soledad y belleza del paisaje, alejadas del ajetreo
diario.
Conducidas por Soledad Galerón, nuestra Madre
General, quien realizó esta tarea de ser guía, durante ocho días, de 25 hermanas que
de las distintas las comunidades fueron convocadas, a vivir este tiempo de oración y reflexión.
Basándose en el método de Ejercicios de San Ignacio, recibimos sus orientaciones para ordenar la propia
vida, con tiempos fuertes dedicados a la
oración, la reflexión, la lectura de la Palabra de Dios, y otros medios, para
llegar así al conocimiento interno, en un camino de búsqueda del Señor, atentas
a su querer, renovar la vida espiritual, y para cumplir así la misión, en el lugar y tiempo que nos toca vivir.
Llamadas a hacer actual
nuestro Carisma, esa urgencia de novedad “no en la doctrina, sino en la práctica”,
sentimos que hoy nos apremia y nos convoca como Iglesia y como Congregación,
a volver a entusiasmarnos en el seguimiento de Jesús y a entrar más decididamente en el proceso de
discernimiento que desde hace tiempo vamos
realizando como familia congregacional.
Terminados los Ejercicios, hemos recibido la información
sobre el proceso de diagnóstico en el marco de la realidad, realizada mediante una detallada presentación
de estadísticas, resultado de la
consulta hecha a toda la Congregación el
año anterior , mediante cuestionarios. También pudimos hacer nuestros aportes
mediante dinámicas, organizadas y dirigidas por M. Soledad .
Gracias Madre Soledad, porque nos hablaste al corazón y con
la luz del Espíritu Santo, reavivaste
esa llama de la fe y de amor, que nos hará tanto bien para renovar nuestra
respuesta al Señor.
Vilma Brignone
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