María, con tu SI vivido en fidelidad, abriste las puertas
de
nuestra esperanza en una nueva humanidad
y en un eterno sin fin en el que,
como
luz, nos precedes…
María, Madre de Dios y nuestra,
Virgen de la Asunción,
enséñanos
a vivir con los ojos fijos en Jesús
y las manos unidas en el fraterno compartir;
sé Madre, nuestra guía y señal en el caminar
hacia DIOS que nos espera.
¡Feliz día!
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