domingo, agosto 04, 2013

JMJ - BRASIL


Momentos de gracias y bendiciones
Del 19 al 22 tuvimos la jornada mundial de la juventud en familia claretiana. De la Provincia Argentina participamos: Judith, Joseane y Lucía; también estuvo presente la Provincia de Venezuela con un grupo de jóvenes coordinado por Nidiagnis. El punto de encuentro fue la Basílica Inmaculado Corazón de María, allí se realizó la acogida y recepción de los peregrinos provenientes de diversas partes del mundo pero unidos por el mismo espíritu y carisma claretiano.
El lema de éste encuentro fue: “Joven, la misión urge”. El cual tuvo su gran repercusión en el momento evangelizador realizado el tercer día en las playas de Copacabana.
Tuvimos momentos de oración, de dinámicas de integración y de reflexión, pero sobre todo tuvimos ocasión de fortalecer el compartir fraterno y misionero.
Luego participamos de la JMJ oficial, donde nos encontramos con Cecilia Medina, delegada por la diócesis de Cuba; y con muchos grupos de jóvenes y consagrados conocidos en nuestro país o conocidos por nuestras hermanas de Estados Unidos, de Colombia, quienes nos reconocían por la figura de Claret.
 
La feria vocacional, fue el momento propicio para el “encuentro” con Jesús a través de nuestros hermanos y a través de la juventud sedienta de Evangelio; fue un aliciente para renovar nuestra propia vocación.
Los encuentros con nuestro Papa Francisco, fueron de hecho un impulso para avanzar en el discipulado de Jesús como misioneros y para seguir apostando por los jóvenes para la extensión del Reino. Participamos de todos los eventos en Copacabana, contagiándonos de la alegría de la juventud.
 Luego de la JMJ oficial tuvimos la Post- Jornada en familia claretiana. Participamos de un retiro dirigido por Juan Carlos Martos en la lengua española y por el padre Antonio Ferreira en lengua portuguesa. El mismo finalizaba con la convergencia de los grupos de ambos idiomas en el momento de adoración al Santísimo.
Es indescriptible la acción de la Gracia y la fuerza renovadora del Espíritu Santo presente en ese momento, perceptible en los rostros, expresiones y reflexiones de los jóvenes. Y, es inconmensurable todo el bien recibido en esos días, fue todo un “kairós”. Damos gracias a Dios por tanta Bondad, Misericordia y gratuidad. Amén.
 Lucía Galichio
 
 

No hay comentarios: