miércoles, marzo 23, 2016

ESCUELA PARA JUNIORAS. Reus.

Estamos ya en la última parte de la Escuela de formación para junioras en Reus. Hemos empezado este segundo curso en octubre y a finales de mayo las junioras viajarán ya a sus destinos. Las seis jóvenes claretianas (Tina, Emiliana, Betriz, Selin – de Indonesia; Ranjitha de India y Roshani de Sri Lanka, acompañadas por Jolanta prefecta general de formación han ido viviendo, en la comunidad de Reus, la dinámica de diferentes actividades a lo largo de estos siete meses. Desde el comienzo, tal como se ha enfocado la experiencia, queríamos que en todas las cosas, encuentros, estudio, reflexión, compartir, oración, contacto con la realidad, visita a los lugares claretianos, tuviésemos el corazón y mente centrados en el objetivo: profundizar e ir integrando la vocación claretiana.

Las hermanas de la comunidad, el lugar, con lo que significa la cercanía a las raíces de nuestros Fundadores, han ayudado a que nadie se “distraiga” de este objetivo. Las semanas que nos quedan irán orientadas hacia una síntesis que culminará con los Ejercicios Ignacianos y evaluaciones.
En cuanto al estudio, además de los talleres, clases de español, cada una está desarrollando un tema carismático de “investigación” y profundización personal. Son temas relacionados con los Fundadores o con nuestra doctrina. Al final del curso los presentarán en su grupo y comunidad; con el tiempo en sus lugares de misión. Dicen que es una de las tareas que más les ha costado pero donde más han saboreado los textos carismáticos, gozando de sus propios descubrimientos e interpretaciones. A medida que van conociendo y practicando más el castellano, en las clases con Adela y Carmen y en la comunidad, encuentran nuevos significados que luego se aclaran en las reuniones comunes.
Reus es una ciudad cosmopolita... hay emigrantes de distintas partes del mundo; hay gente pobre, necesitada. Cada semana se encuentran con esta realidad de cerca en el servicio Caritas- comedor y centro de ayuda. Pero es una ciudad muy arraigada en la identidad catalana por lo cual este cruce de culturas, lenguas y características es una verdadera escuela de sensibilidad intercultural misionera. Que todo lo vivenciado sea para afianzar la identidad carismática y transmitirla a otros para que sigan las huellas de Jesús en sus ambientes.
Jolanta K

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